Instalación artística: el medio como composición

Instalación artística, el método y género de expresión del arte contemporáneo en que el espacio sirve de medio como composición artística.

El arte de instalación

Viajando por la intrincada historia del arte en la humanidad nace de ello la necesidad de expresar todo aquello que nos rodea captando por instantes tan solo una franja de energía que en su momento representa más que solo una expresión.

Es el ejemplo de las pinturas rupestres de la cueva Chauvet-Pont-d’Adrc al sur de Francia. Data alrededor de 30 000 a. C. Los expertos concuerdan que esa es una extraordinaria representación pictográfica, sobre todo porque no se tenía noción alguna de leyes de perspectiva, es solo un espacio de piedra captando un ápice de vida.

Quizá este sea el ejemplo más antiguo de utilizar el espacio mismo para la composición de una representación que, a modo desinteresado, se llevó a cabo una nueva experiencia.

Miles de años después (década de 1960) la evolución del arte tomó esta premisa y la moldeó en una forma de representación donde predomina la incorporación de cualquier medio a través de experiencias objetuales y que subyacen de ello planteamientos conceptuales, experimentales y lúdicos.

Hablamos de la instalación artística. Desde el punto de vista técnico, el arte de instalación es conceptualizado como uno de los métodos y géneros de expresión del arte contemporáneo. La particularidad fundamental del arte de instalación es el trabajo y el deseo por conservar la esencia de la idea comunicativa por encima de los aspectos formales.

Muchos atribuyen los inicios del arte de la instalación a Marcel Duchamp con el uso e incorporación de objetos bajo el discurso de la resignificación dentro de espacios como galerías o museos definidos como obras de arte.

¿Qué forma una instalación artística?

Las características que reúne el arte de instalación son de diversa naturaleza ya que se forma a partir de distintos medios y materiales que dan vida a los espacios concebidos como vehículos de las ideas, discursos y objetivos del artista.

La instalación artística no es, por lo tanto, solo un montaje y ordenamiento de objetos en un contexto dado que es producido o intervenido en un espacio o ambiente; es también una estructura conceptual que cobra sentido cuando se establece un diálogo en términos físicos, ideológicos y perceptivos con su espectador. (FondeArte)

La instalación artística no está sujeta a solo museos o galerías, sino que puede hallarse en otros tipos de contextos como espacios públicos (edificios, avenidas, calles, parques, etcétera), salas de exhibición y/o encuentros o movimientos sociales y pueden o no, ser temporales o permanentes.

Retomemos la idea central de la instalación artística sobre utilizar el medio mismo como composición para dar a conocer un propósito comunicativo a través de la experiencia con estos dos ejemplos:

James Turrel. Squat Blue, 1968. Proyector de imagen por resonancia magnética. Dimensiones variables.

Sus instalaciones no tratan sobre el color o la composición, sino sobre la percepción que los espectadores de la luz traducida en forma sensorial. […] Turrell proyecta luz en la esquina de una habitación y permite que el ojo del espectador complete la forma sólida de un cubo donde en realidad no existe uno. La experiencia de vernos a nosotros mismos viendo nos permite cuestionar la percepción misma, revelando en toda su complejidad cómo damos sentido a nuestro entorno y cómo el arte representa al mundo (Fernández. M).

Jim Shaw. Untitled (sin título), 1992. Tubos de pintura enmarcados. 35 por 35 cm.

Los tubos de pintura enmarcados de Jim Shaw reconocen esta potencialidad. Lo que enmarca y se presenta al espectador es solo la evidencia después del crimen, indicando que la pintura se usó en otros lugares —suponemos para crear otras pinturas— otros mundos son superficies planas. (Fernández. M)

El trabajo de la instalación artística se desarrolla mayormente en un marco (espacio) tridimensional por lo que el artista incorpora otros elementos como pueden ser materiales o factores perceptibles (proyecciones audiovisuales) que formarán parte de la experiencia del espectador.

El dinamismo que caracteriza a las sociedades actuales sirve como fuente de inspiración que le permite al ser humano dar vida a los espacios inanimados otorgándole a cambio un pedazo de sentido de ser como reflejo de nuestras manifestaciones interiores, como lo es la instalación artística.

Por Leopoldo Morquecho│