Lo grotesco

La tradición de lo grotesco en el arte sigue viva y moviendo a los creadores contemporáneos a encontrar su propio estilo. 

 

Grotesco

¿Qué es lo grotesco en arte? Son todas esas imágenes que se alejan o incluso se oponen al ideal de belleza Clásico que suele representar al cuerpo humano en la plenitud de su salud, vigor y belleza. Por caso, las esculturas clásicas de Praxíteles, el David de Miguel Ángel o incluso la inquietante Mona Lisa, de Da Vinci. 

Lo grotesco en cambio se regodea en los umbrales de algo, sea esto la muerte, la vejez, en la fealdad, el nacimiento o en la enfermedad. Es decir, en las imágenes corporales o situacionales desmesuradas, extremas y horrorosas. Pienso en los personajes distorsionados de Francis Bacon, los monigotes de Jean-Michael Basquiat o en la suntuosa abundancia de los hombres y mujeres de Botero.

Incluso se puede decir que hay una estética de lo grotesco, y que esta más que en lo psicológico o espiritual pone énfasis en la vida del cuerpo. En ella todos los apetitos corporales son expuestos de una forma desenfadada, abierta y libre.  

Además el arte grotesco suele sacar su belleza de la fealdad o de lo desmesurado. Monstruos, personajes animalizados o en algún tipo de crisis. La etapa negra de Goya con sus viejas brujas, macabros rituales y sombríos paisajes son muestra de ello.

 

Una realidad “otra”

Es como un mundo al revés. Lo que no sucede en la realidad ─e incluso lo que sería mejor que solo existiera en las ficciones del arte─ tiene un lugar aquí. Los estratos sociales de común aislados o separados entre sí se unen en el arte grotesco. Las bestias son bellas y las bellas monstruosas. (Véase por ejemplo la minotauromaquia de Picasso). 

Este tipo de obras suelen tener, por así decirlo, como una media sonrisa en los labios por no afirmar que una abierta carcajada contra los convencionalismos que en la vida social nos aprisionan. 

Las figuras que en la realidad se presentan como “las piedras angulares de la sociedad” en el arte grotesco no son más que personajes sujetos a la precariedad del cuerpo.

Y en esta línea las caricaturas políticas o sociales ─tan esenciales en el mundo del periodismo─ aunque a veces no figuran en las casas de subasta tipo Sotheby ‘s están llenas de significado: son como espejos que nos muestran en toda nuestra cursilería, comicidad o vulnerabilidad.

Bien vista, la sonrisa que implica el arte grotesco tiene algo de inconformismo ante lo establecido. A su manera es una forma de disidencia impune contra la moral, la religión y las ideologías. Si creamos bajo esta consigna, o, sí acudimos con persistencia, sensibilidad e intuición a ver arte grotesco, este se convierte en una poderosa fuente de significados, es decir, de belleza. 

En la era de internet donde prevalecen imágenes comercialmente deseables (por lo menos para los comerciantes de productos y servicios) es liberador encontrar un contrapeso  a “lo bonito, lo feliz y lo exitoso” que imponen las leyes del mercado.  

En Art Contemporaneo, tu plataforma online de compra o venta de piezas de arte, te recomendamos la lectura de los ensayos del crítico de arte Mijail Bajtín, quien en sus libros acerca de Rabelais y la cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento logró un glosario de todo lo que implica el arte de lo grotesco

 

Fuentes

Méndez Baije, M.(2013), “El factor grotesco”. Letras Libres

https://letraslibres.com/revista-espana/el-factor-grotesco/

Hubard, J (2020) “La risa y Rabelais”. Milenio.

https://www.milenio.com/cultura/laberinto/francois-rabelais-y-la-risa

 

Juan Carlos Cruz

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