Francisco Castro Leñero, in memoriam

Francisco Castro Leñeros trazó derroteros inéditos para el abstraccionismo expresionista mexicano. 

Francisco Castro Leñero

El movimiento abstraccionismo pronto pasó de ser una vanguardia a una tradición pictórica. Sus cultores en México lo llevaron por derroteros inesperados e hicieron de él un vehículo para expresar una sensibilidad propia.

Tamayo, Manuel Felguérez y Francisco Castro Leñero, solo por mencionar algunos, fueron figuras sobresalientes que al mismo tiempo que aportaban temáticas nacionales imprimían a sus obras un sello particular.

Nacidas de su experiencia, estudios y técnica las abstracciones expresionistas de Castro Leñero le agregaron al mundo algo que no existía.  Espacios de tonalidades cromáticas singulares y arquitectónicas conceptuales cuyo mensaje solo se puede sentir por la vía de la obsesión, el ejercicio de la libertad y el juego.  

¿A dónde van esas líneas, formas y colores deshumanizadas es el sentido orteguiano de la palabra? Aún ahora el abstraccionismo de Castro Leñero nos parece una vanguardia, es decir un arte para artistas (entendiendo la palabra “artista” no solo como creador sino como alguien poseedor de una sensibilidad cultivada, por encima de la media).  

A decir de Marcial Fernández, amigo personal de Paco Castro, las obras de este último “implican imaginación creativa por parte del espectador, conocimiento acerca de lenguaje teórico, inteligencia, apertura, gusto por el ritmo ─música que deleita la percepción visual─ y dejarse llevar por una belleza móvil y lúdica hasta sus últimas consecuencias”.

Francisco Castro Leñero (Ciudad de México, 1954-2022) expuso en galerías nacionales e internacionales como el Museo de las Américas de Puerto Rico, el Mexican Fine Arts Institute, de Chicago y el Museo de Arte Contemporáneo y el Hudson River Museum, de Nueva York, por mencionar algunos. Perteneció al Sistema Nacional de Creadores del Fonca desde 1999.

Juego de damas 11, de la colección del Museo Jumex

Hay dos tipos de pintores, los dibujantes y los coloristas, Castro Leñero junto con sus mentores, Tamayo, Felguérez o Klee forma parte de estos últimos. En “Juego de damas 11” (1999) un tablero nos demora en un ámbito de simetricos colores cálidos y fríos; se dibuja un universo conceptual sencillo, diáfano, aprisionado en una estructura de líneas geométricas de un subjetivismo liberador. 

 

Fuentes

Fernández, M. (2010) “Marcapasos: operan a Francisco Castro Leñero”. El Economista

https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Marcapasos-Operan-a-Francisco-Castro-Lenero-20100412-0129.html

Delgado, K. (2022) Conoce la obra de Francisco Castro Leñero en CDMX. Revista Chilango. 

https://www.chilango.com/agenda/arte/obra-de-francisco-castro-lenero-en-cdmx/

 

Por Juan Carlos Cruz

 

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