El shock art de Damien Hirst

shock art

El shock art es una expresión del arte contemporáneo que busca el impacto emocional, bien sea por imágenes morbosas o impactantes.

El mandarín del shock art

Damien Hirst es uno de los máximos embajadores del arte traumatizante. Su carrera despegó en 1990, cuando conoció a Charles Saatchi, dueño de la célebre agencia de publicidad Saatchi & Saatchi.

En las entrevistas que ha dado para la televisión y los periódicos, Hirst, con desarmante franqueza, dice que hubiera preferido ser pintor, pero que lo hacía muy mal.

Imagen recuperada de Tate.org.

Así que mejor optó por el collage, el arte conceptual, el surrealismo y el minimalismo (o todo junto). Volvamos a su valedor, el genio del marketing, Saatchi.

Charles Saatchi, en 1990, quedó maravillado al ver en una bodega Mil años, una instalación de Hirst en la que cien incautas moscas atraídas por una cabeza de vaca putrefacta morían achicharradas en una red eléctrica.

Saatchi, guiado por su artero instinto de publicista, compró la obra de Hirst y a posteriori financió el siguiente proyecto del enfant terrible: La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo.

Se trata de la famosa instalación del tiburón que flota en un anaquel de cristal, vendida a un magnate de las finanzas de SAC, Capital Advisor, en doce millones de dólares.

Efecto Hirst

Imagen recuperada de Independent.

En adelante, las expresiones del shock art se convertirían en tema obligado del debate público y generarían tanto escándalo y expectativa que, finalmente, acabarían dominando el espacio informativo dedicado al campo de la cultura.

Paradojas del arte contemporáneo, el shock art y el éxito de prensa que tiene terminan por atraer tanta o más gente (descargas y likes) que el llamado arte clásico.

Nunca se saben los derroteros del arte contemporáneo. Damien Hirst comenzó su carrera fotografiándose junto a la cabeza seccionada de un cadáver en la morgue de su ciudad natal y ahora es uno de los artistas contemporáneos más caros.

 

Juan Carlos Cruz │

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