Arte Contemporáneo

Tarsila y el “hombre que come hombre”

En 1928, la artista Tarsila do Amaral pintó Abaporu como un regalo de aniversario para su esposo, el poeta Oswald de Andrade. El obsequio resultó impactante: “Hombre que come hombre” —esa es la traducción de abaporu del tupí-guaraní— iniciaría el modernismo en Brasil.

Pero el camino para llegar hasta ese momento fue largo. Tarsila había recibido una educación artística academicista, propia de su época. De edades tempranas y para ubicarnos en la línea temporal de la evolución de su obra, podemos observar Sagrado coração de Jesus, realizado cuando tenía 16 años.

Nacida en 1886 en Capivari, São Paulo, provenía de una familia de hacendados, lo que le permitió viajar a París, donde absorbió las influencias de los movimientos de vanguardia que se gestaban en Europa. A su regreso a Brasil, el desempeño formal de su arte cambió: se decantó por proporciones y formas que eran consideradas de un deliberado “mal gusto”, según los seguidores del arte tradicional de ese momento.
Las proporciones comenzaron a manifestarse distorsionadas, la figura de la mujer se volvió un tema central en su obra. Quizá no sea sorpresa que hubo pocos coleccionistas de sus pinturas en vida, a pesar del gran parteaguas que sería para el arte moderno y la identidad artística de su país.
Esta extravagancia en el dibujo de los cuerpos, que eran, sin embargo, simples en su trazo, se puede observar con claridad en obras tempranas como La negra, de 1923. En ella ya se aprecia el camino de la construcción de la otredad, que más tarde sería el foco central del movimiento antropófago.

Semana de Arte Moderno de 1922

Empapados de los movimientos que surgían en Europa, como el futurismo, importantes artistas del momento, entre ellos Anita Malfatti, Oswald Andrade y Mario Andrade participaron en la Semana de Arte Moderno del 11 al 18 de febrero de 1922. La misma Tarsila do Amaral estuvo entre las principales exponentes. En este evento histórico para la vida cultural de Brasil se entablaron conferencias sobre el arte moderno, que fueron recibidas con cierto grado de polémica, pues luchaban contra la postura rígida y tradicional de Bellas Artes.

El Manifiesto antropófago y Tarsila do Amaral

Varios años después, gracias a la aparición de Abaporu, Oswald de Andrade redactó el Manifiesto antropófago, y con ello, se inició el movimiento del mismo nombre. En él se expresa que el arte está relacionado con la vida, y no alejado y distante solo para el entretenimiento. Las ideas del otro se devoran y se convierten en algo diferente al integrarse a la cultura propia.
Es así como este movimiento nacional de Brasil trajo a la mesa la necesidad de apartarse de la dependencia intelectual de Europa y de construir una identidad intelectual nacional tropicalizada. Los asuntos sociales de todos los días, raciales, de clase, encontraron su lugar en el arte de Tarsila do Amaral y la antropofagia. Una cultura mezclada, híbrida, que engulle, asimila, transforma; vuelve suyo lo ajeno en principio.

Por Andrea Orozco │

Referencias

Carpetas de historia. Historia del mundo contemporáneo (s. f.). “La vanguardia brasileña: antropofagia”. Carpetas de Historia. Recuperado el 18 de noviembre de 2020 de http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-2/literatura/el-mundo-colonial-y-dependiente/la-vanguardia-brasilena-antropofagia

Oliveira, Joana (2019). “Brasil celebra a Tarsila do Amaral”. El País. Recuperado el 18 de noviembre de 2020 de https://elpais.com/cultura/2019/04/04/actualidad/1554385445_726915.html

The Museum of Modern Art (2018). “Tarsila do Amaral: Inventing Modern Art in Brazil” [Archivo de video]. Recuperado el 18 de noviembre de 2020 de https://www.youtube.com/watch?v=oj-slB3QA7I